Las embarcaciones conocidas como caballitos de totora, que aún son usadas en el norte de Perú, son una versión antigua y autóctona de las tablas de surf. Perú tiene muchas playas ricas para surfear, sin embargo votamos por Chicama, a unos 600 kilómetros al norte de Lima, con una de las olas más largas del mundo y muy bien armada. Está protegida por la Ley de Rompientes, que prohíbe la construcción de estructuras que afecte los sitios para el surf y otros deportes acuáticos.